Por Ronaldo de León
Esta peculiar situación de pareja que lleva 16 años separada pero continúa viviendo bajo el mismo techo es ciertamente muy llamativa. Después de 30 años de matrimonio, definitivamente hay toda una vida compartida como para tomar una decisión así de drástica.
Aunque poco convencional, respeto la decisión que ambos tomaron de mutuo acuerdo. Evidentemente encontraron un arreglo amistoso que les resulta conveniente por diversos motivos que desconocemos.
Lo importante es que hayan podido superar las rupturas emocionales que toda separación conlleva, y llegar a una dinámica doméstica estable y positiva para ambos, aunque ya no sean pareja. Demuestra gran madurez y voluntad de su parte.
Ojalá más parejas en proceso de divorcio optaran por soluciones creativas, compasivas ycolaborativas, en lugar de batallas crueles que solo hieren más.
Esta peculiar historia nos recuerda que el respeto y afecto pueden perdurar más allá del romance. Les deseo lo mejor en esta nueva etapa compartiendo techo pero no lecho.
Fuente:
-Reporteros en Acción
Asombroso